El Banco de México (abreviado B de M o Banxico) es el banco
central de México. Fue fundado por decreto como sociedad anónima el 25 de
agosto de 1925 bajo el gobierno de Plutarco Elías Calles, iniciando su
operación como banco central el 1 de septiembre de ese mismo año. Su primer
Director General fue Alberto Mascareñas Navarro y el primer Presidente del
Consejo fue Manuel Gómez Morín. Por mandato constitucional, el Banco de México
es una institución autónoma desde abril de 1994. Su objetivo prioritario es
procurar la estabilidad del poder adquisitivo de la moneda nacional. La
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en su artículo 28,
dispone que "el Estado tendrá un banco central que será autónomo en el
ejercicio de sus funciones y en su administración, por lo que no es una
dependencia o entidad de la Administración Pública Federal".
El ejercicio de sus funciones y su administración está
encomendada a la Junta de Gobierno integrada por cinco miembros: un gobernador
y cuatro subgobernadores. Desde 2009, Agustín Guillermo Carstens Carstens funge
como Gobernador. Los cuatro Subgobernadores son Manuel Sánchez González, Javier
Guzmán Calafell, Manuel Ramos Francia y Roberto del Cueto Legaspi.Finalidades y funciones del Banco de México
Las finalidades
sustantivas del Banco de México son proveer a la economía del país de moneda
nacional (el peso mexicano); instrumentar la política monetaria con el objetivo
prioritario de procurar la estabilidad del poder adquisitivo de la moneda
nacional; promover el sano desarrollo del sistema financiero; y propiciar el
buen funcionamiento de los sistemas de pago.
El Banco de México de acuerdo a su Ley Orgánica también
tiene la función de: Prestar servicios de tesorería al Gobierno Federal y
actuar como agente financiero del mismo; fungir como asesor del Gobierno
Federal en materia económica y, particularmente, financiera; participar en el
Fondo Monetario Internacional y en otros organismos de cooperación financiera
internacional o que agrupen a bancos centrales, y operar con bancos centrales y
con otras personas morales extranjeras que ejerzan funciones de autoridad en
materia financiera.
Provisión de moneda
Una de las
finalidades principales del Banco de México es proveer al país de moneda
nacional. Al igual que cualquier banco central moderno, cuenta con la facultad
exclusiva de emitir papel moneda y de regular la cantidad de billetes y monedas
en circulación.
La Casa de Moneda
de México es una entidad separada del Banco de México, dependiente de la
Secretaría de Hacienda y Crédito Público, y es responsable de fabricar las
monedas en las cantidades y denominaciones que requiere el público para
efectuar sus transacciones. El Banco de México, por su parte, es responsable
del diseño y producción de los billetes, asegurándose que hay una cantidad
suficiente de ellos en circulación y que son auténticos mediante la
incorporación de características de seguridad.
En la actualidad,
los individuos utilizan dinero en efectivo y otras nuevas formas de dinero para
llevar a cabo sus transacciones cotidianas. Aún con las innovaciones asociadas
con las tarjetas de débito, las tarjetas de crédito y otras formas de pago
electrónico, un alto porcentaje de la población utiliza intensivamente los
billetes y monedas en sus operaciones cotidianas.
Millones de
nuevas notas son producidas por el Banco de México cada año con el fin de
reemplazar las que están en mal estado o aquéllas que por su desgaste ya no son
aptas para la circulación. Banco de México cuenta con seis cajeros regionales
en varias localidades del país, los cuales juegan un papel trascendental en la
distribución de efectivo a lo largo y ancho del país.
La cantidad
producida se determina con base en la cantidad de billetes (y monedas) que
necesitan los individuos para realizar sus transacciones. Esta demanda por
circulante típicamente se eleva en navidad, periodos vacacionales, quincenas e
incluso varía dependiendo del día de la semana y de si hay días feriados o
puentes.
Para proteger la
confianza en la moneda, el Banco busca prevenir la falsificación de los
billetes [1] incorporando sofisticadas características de seguridad en los billetes,
dándolas a conocer a la población mediante campañas de difusión. Si bien la
cantidad de billetes falsos como porcentaje del total en circulación es uno de
los más bajos del mundo, recientemente se ha observado una tendencia
ascendente, especialmente en los billetes de mayor denominación. Por esta
razón, el Banco de México utiliza tecnología de punta en el diseño y la
fabricación de los billetes. Por ejemplo, el uso de nuevos materiales como el
polímero, aunado a las nuevas características de seguridad de los billetes, ha
resultado sumamente efectivos para combatir la falsificación.
Por lo que hace a
la fabricación de monedas, el Banco de México busca promover los valores
patrios y la identidad nacional con la emisión de billetes y monedas conmemorativos,
por ejemplo, las monedas conmemorativas de los Estados de la República, las
monedas de 5 pesos alusivas a personajes de la independencia y la revolución,
los billetes conmemorativos del centenario de la revolución mexicana y del
bicentenario de la independencia mexicana. Asimismo, el Banco de México
comercializa monedas en metales finos como el oro y la plata que han merecido
de reconocimiento a nivel mundial. Un ejemplo reciente es la distinción a la
Moneda Azteca de 1 Kg. de plata como la moneda más bella del mundo.[cita
requerida] Estas monedas tienen una gran demanda en los mercados numismáticos y
representan una fuente adicional de ingresos para el erario nacionales.
La estabilidad de precios
Una de las funciones principales de la Junta de Gobierno del
Banco de México es la de formular la política monetaria del país. El criterio
rector en la conducción de la política monetaria que instrumenta el Banco de
México es el de procurar la estabilidad del poder adquisitivo de la moneda
nacional. En otras palabras, cuidar que el valor de nuestra moneda no se vea
erosionado por aumentos sostenidos de los precios
La inflación y sus males
La inflación se
refiere a un aumento sostenido y generalizado de los precios de los bienes y
servicios. Este fenómeno se produce cuando la demanda o gasto agregado de las
familias y las empresas tanto nacionales como de extranjeros excede a la
capacidad del aparato productivo nacional para generar bienes y servicios.
En los últimos 10
años, las acciones de política monetaria del Banco de México han logrado que la
inflación sea relativamente baja y estable. Sin embargo, este no siempre fue
así. En ocasiones la inflación puede salirse de control. Baste recordar que de
1970 a 2000, México experimentó tasas de inflación y tasas de interés altas y
fluctuantes. Hacia finales de 1987 la inflación alcanzó niveles de hasta 150% y
las tasas de interés se elevaron hasta 180%. Estos episodios de inflación alta
y fluctuante estuvieron asociados con las crisis económicas y financieras que
el país padeció con una periodicidad casi sexenal entre 1970 y mediados de la
década de los noventas. A lo largo de dicho periodo, el desempeño económico de
México ha dejado mucho que desear en términos de crecimiento económico,
creación de empleos permanentes y bien remunerados, distribución del ingreso y
elevación de la calidad de vida y bienestar de la población.
La lucha contra
la inflación no es obsesión ni es un capricho. La experiencia de México y de
otros países ha demostrado que una inflación elevada se asocia, en el mejor de
los casos, con un desempeño ineficiente de la economía. Y un mal desempeño
económico tiene una clara dimensión social; un mal desempeño económico
significa menos oportunidades de empleo, significa aumento de la pobreza,
significa agravar la distribución del ingreso.
La razón
principal es la incertidumbre que se genera por un entorno de inestabilidad. En
un contexto de inflación, no todos los precios se ajustan al mismo ritmo. Unos
aumentan más rápido que otros debido a las prácticas de fijación de precios.
Esto crea distorsiones serias en la eficiente asignación de los recursos
productivos entre sus posibles usos. Además, la inflación tiene a ser más
volátil cuando es elevada. En estas circunstancias, las tasas de interés
tienden a elevarse tanto en términos reales como nominales. Esto es así porque
los ahorradores o los oferentes de fondos prestables exigen una prima para
cubrirse ante la eventualidad de que inflación resulte más alta que la
esperada. Aún es estos casos, debido a las diferentes percepciones que los
participantes de los mercados financieros tienen sobre la inflación futura en
un entorno de inestabilidad, la variabilidad de la inflación puede ocasionar
una redistribución de la riqueza entre los ahorradores, los inversionistas y
los intermediarios financieros.
Por otra parte,
una de las manifestaciones más frecuentes en los mercados financieros del
entorno de incertidumbre que está asociado con inflación alta y volátil es que
se dificulta la planeación estratégica a largo plazo y resulta difícil
distinguir las inversiones rentables a largo plazo de otras con carácter
especulativo. Los plazos de inversión y ahorro se acortan y se limita el acceso
al crédito a tasas de interés fijas a largo plazo.
Otro de los
costos más evidentes de la inflación es que típicamente los salarios tienden a
rezagarse respecto de los precios, lo que reduce el poder de compra de los
salarios. Peor aún, la inflación actúa como un impuesto regresivo porque
típicamente afecta a las personas de menores recursos, entre ellos los
pensionados, ya que éstos tienen un menor acceso al sistema financiero y, por
lo tanto, menores oportunidades para proteger el poder adquisitivo de sus
ahorros.
De ahí la
importancia del trabajo autónomo del Banco de México con el que en estos años
se ha reducido la inflación sobre bases firmes, sin controles de precios y sin
predeterminar el tipo de cambio.
Un entorno de
inflación baja, estable y predecible contribuye en gran medida a crear un clima
propicio para el ahorro de largo plazo, la inversión productiva, el aumento de
la capacidad productiva, la creación de empleos de calidad y favorece una
distribución más equitativa del ingreso y de la riqueza.
La política
monetaria
La política
monetaria que instrumenta el Banco de México básicamente tiene que ver con las
tasas de interés. El objetivo inmediato del banco central es influir sobre el
nivel de las tasas de interés en moneda nacional con el fin último de procurar
un entorno de inflación baja, estable y predecible.
En particular, en
el año 2000 el Banco de México decidió adoptar lo que se conoce como un esquema
de “objetivos de inflación” para la formulación de su política monetaria.
Actualmente, el Banco de México persigue de manera permanente un objetivo de
largo que consiste en que la inflación anual se ubique en alrededor de 3%, con
un intervalo de variabilidad de +/-1%. En otras palabras, que se mantenga entre
2 y 4%.
Para procurar que
la inflación se mantenga en una trayectoria congruente con dicho objetivo de
3%, el Banco realiza operaciones de mercado abierto en el mercado interbancario
adoptando como objetivo operacional una “tasa de interés objetivo” para la tasa
de interés a un día en dicho mercado. El mercado interbancario a un día
comprende las operaciones que los bancos comerciales realizan cuando se prestan
dinero entre ellos a plazos de un día.
Con el fin de que
la política monetaria sea lo más efectiva posible y para que sus modificaciones
de política monetaria sean lo más predecibles posibles, el Banco de México
establece al inicio de cada año un calendario de anuncios predeterminados sobre
la tasa de interés objetivo. Actualmente, el Banco de México fija su objetivo
para la tasa de interés 8 veces al año en los meses de enero a diciembre de
acuerdo al calendario antes mencionado. Las decisiones de política monetaria
persiguen como propósito que la inflación muestre una trayectoria congruente
con el objetivo de inflación de 3%.
Por otra parte, a
partir del último trimestre de 2008 el Banco de México publica sus pronósticos
de inflación para los siguientes cuatro trimestres con el fin de dar mayor
efectividad a la política monetaria. Cuando el Banco anuncia su tasa de interés
objetivo, esto actúa como una señal a los participantes de los mercados
financieros sobre la posible trayectoria de las tasas de interés en el futuro.
Esto conduce a movimientos en otras tasas de interés de corto plazo y a cambios
en los precios de los activos como los bonos públicos y privados, y las tasas
de interés aplicables a las tarjetas de crédito, autofinanciamientos, créditos
hipotecarios, financiamiento a empresas, etc. Esto da lugar a una serie de
eventos que afectan al gasto de consumo de las familias, las ventas, la inversión,
la producción, el empleo, los salarios, las expectativas de inflación, y
eventualmente, los precios al consumidor.
La economía tiene
un límite a la cantidad de bienes y servicios que puede producir u ofrecer de
manera sostenida en el largo plazo. Al Banco de México le preocupa que la
demanda o gasto agregados sean excesivos o demasiado débiles en relación al
potencial productivo de la economía. Cuando la demanda agregada es mayor que el
nivel de producción sostenible, surgen presiones para que la inflación comience
a elevarse. Cuando el banco percibe que esto está sucediendo, trata de reducir
la expansión de la demanda agregada mediante un aumento de su objetivo
operacional para la tasa de interés.
La política
monetaria no es una tarea fácil. En primer término, son muchas las variables
que inciden sobre los precios. En segundo lugar, la política monetaria opera
con rezagos que son inciertos y variables. En tercer lugar, el conocimiento de
como las acciones de política monetaria se transmiten a los precios es
imperfecto. Finalmente, toma tiempo para dichas acciones tengan un efecto sobre
la inflación. Esto tiene como implicación que el banco central tiene que ser
muy cauteloso en su diagnóstico sobre las presiones inflacionarias presentes y
futuras, tratando de anticiparse a los hechos, con el fin de realmente estar en
posibilidad de anclar el ritmo de crecimiento de los precios y las expectativas
de inflación en un nivel bajo, estable y predecible. El reto para el Banco de
México es consolidar la estabilidad de precios que tanto trabajo ha costado
alcanzar. Esta es la única forma en que el Banco de México puede ganarse la
confianza del público de que no reaparecerán brotes de inflación más adelante.
Política monetaria, crecimiento y empleo
Hay quienes no
parecen estar conscientes de los alcances y limitaciones de la política
monetaria y parecen estar dispuestos a tolerar la inflación, con la expectativa
de que la política monetaria puede ser un medio para promover el crecimineto
económico a largo plazo.
El progreso
económico y social depende de cómo se organiza la sociedad para generar
riqueza. En un sentido amplio, la capacidad para crear riqueza depende,
fundamentalmente, de factores como la fortaleza de las instituciones, el
respeto al estado de derecho, los contratos y a los derechos de propiedad, la
productividad y la competitividad de las empresas, las ideas y la acumulación del
conocimiento, la creatividad y la innovación, la capacitación y la inversión en
capital humano y en investigación y desarrollo para generar y adoptar
tecnologías de punta, la visión de largo plazo en los negocios, etc.
Más aún, la
estabilidad de precios es una condición necesaria, más no suficiente, para el
progreso económico y social. La expansión monetaria, por sí sola, no puede
generar mayor riqueza y empleos. En el mejor de los casos, puede generar una
expansión efímera de la producción, y que más temprano que tarde, puede
desembocar en inflación y los costos asociados con este fenómeno. Por esta
razón, la preponderancia del la estabilidad de precios como objetivo principal
en la instrumentación de la política monetaria se sustenta en la firme convicción
de que ésta es la mejor contribución que un banco central puede hacer al
desarrollo económico y el bienestar social del país.
Autonomía del
Banco de México
A principios de
la década de los noventas, se inició una tendencia para modificar el marco
legal de los bancos centrales con el propósito de concederles mayor
independencia en su administración y/o en sus funciones. Esta tendencia
obedeció principalmente al objetivo de que no estuvieran sujetos a presiones
políticas de los gobiernos en turno y al reconocimiento de que la estabilidad
financiera y de precios crea un entorno propicio para el desarrollo económico y
elevar la calidad de vida de la población.
México y otras
naciones de América Latina no fueron ajenas a estas tendencias. En el caso de
los países de América Latina, padecieron crisis económicas y financieras
caracterizadas por episodios de inflación alta y volátil, altas tasas de
interés tanto en términos nominales y reales, contracciones de la producción,
aumento del desempleo y una disminución sustancial del poder adquisitivo de los
trabajadores. En consecuencia, es válido decir que la autonomía del Banco de
México actúa como una salvaguarda contra la inflación alta y volátil y los
episodios de inestabilidad financiera.
La reforma
constitucional de 1993 que otorgó autonomía al Banco de México a partir de
abril de 1994 se sustenta en tres pilares fundamentales. En primer lugar,
ninguna autoridad puede obligarle a conceder crédito. De esta manera se evita
que una expansión exagerada del crédito primario del banco central se convierta
en fuente de presiones inflacionarias. De lo contrario, no podría haber certeza
por parte de la población en el cumplimiento de su mandato de procurar un
entorno de estabilidad, si el banco no tuviera la facultad exclusiva de decidir
su propio crédito. La autonomía sirve para aislar a la política monetaria de
las reiteradas demandas de diversos sectores de la sociedad para aumentar el
gasto y, por ende, para prevenir un financiamiento inflacionario del gasto
público.
Las decisiones de
política monetaria se toman en forma colegiada por los integrantes de su Junta
de Gobierno, la cual está integrada por cinco miembros: Un Gobernador y cuatro
Subgobernadores. El Banco de México también goza de independencia de criterio
en la instrumentación de la política monetaria. Todos los votos tienen el mismo
peso, de manera que la decisión no depende exclusivamente de una persona.
La Ley establece
claramente las cualidades que deben tener las personas que sean propuestas para
ser integrantes de la Junta de Gobierno. Las designaciones son hechas por el
Presidente de la República y deben ser aprobadas por el Senado o, en su caso,
la Comisión Permanente del Congreso de la Unión.
Por otra parte,
para que el Banco de México goce de memoria institucional y para aislarlo de
presiones políticas, sus miembros sólo pueden ser removidos de sus cargos por
causa grave. Y la designación de sus miembros está escalonada por periodos de
manera tal que un mismo presidente sólo puede promover la designación de la
mitad de sus miembros durante su administración.
El Banco de
México también es autónomo en su gestión administrativa, lo cual también actúa
como un dique contra presiones externas. La Ley establece los criterios para la
elaboración y aprobación del presupuesto de la institución y sus procedimientos
de auditoría.
La autonomía del
Banco de México no es un cheque en blanco. Además de los criterios
presupuestales y de auditoría a que está sujeto, el Banco de México está
obligado a rendir informes al H. Congreso de la Unión y los miembros de su
Junta de Gobierno pueden ser sujetos de juicio político. Sus funcionarios están
sujetos a las obligaciones del Régimen de Responsabilidades aplicable a los
servidores públicos.
Estabilidad
financiera
Otra de las
finalidades del Banco de México es la de promover el sano desarrollo del
sistema financiero y propiciar el buen funcionamiento de los sistemas de pago.
El Banco de México es el eje del sistema financiero del país. A la vez que un
sistema financiero sano es la columna vertebral de una economía de mercado. La
estabilidad financiera es una condición indispensable para el sano desarrollo
del sistema financiero y el crecimiento económico del país. El Banco de México
toma acciones para promover un sistema financiero competitivo que canalice
eficientemente el ahorro de la sociedad hacia la inversión productiva.
El Banco, junto
con otras autoridades financieras, también contribuye a la seguridad y sano
desarrollo del sistema financiero. El Banco de México regula a las
instituciones financieras del país con el propósito de garantizar que mantengan
niveles apropiados de liquidez, capitalización y solvencia y que administren
adecuadamente sus riesgos, con el fin de proteger los ahorros del público.
Un soporte
fundamental para el desarrollo del sistema financiero es el buen funcionamiento
de la infraestructura conocida como los sistemas de pago. Cotidianamente se
llevan a cabo millones de transacciones u operaciones financieras entre
individuos, empresas e intermediarios financieros. Todas estas transacciones
conforman lo que se conoce como los sistemas de pago.
El mercado de
valores (bonos), el mercado bursátil (acciones), el mercado de divisas, las
companías de seguros, afianzadoras, bancos y otras instituciones o
intermediarios financieros son las redes o elementos que conforman el sistema
financiero mexicano. Diariamente, las instituciones financieras del país
intercambian entre ellas cheques y pagos electrónicos.
En su carácter de
banco central, el Banco de México también presta dinero a los intermediaros
financieros en situaciones de tensión financiera, con el fin de que los
sistemas de pago funcionen ordenadamente sin alteraciones bruscas que pudieran
poner en riesgo la liquidez o solvencia de los intermediarios y la confianza
del público en el sistema financiero.
La idea es que
las instituciones financieras tengan fondos suficientes para saldar sus
cuentas. Esto evita que un problema de contagio se disemine a todo el sistema
financiero, fenómeno al que se le conoce como riesgo sistémico. A medida que
los mercados financieros se globalizan, el reto de mantener la estabilidad
financiera ha adquirido mayor importancia.
Los sistemas de
pago en México consisten de dos subsistemas muy importantes: (i) el Sistema de
Pagos de Alto Valor (SPAV) y (ii) e sistema de compensación interbancaria.
El SPAV es
supervisado y administrado por la Banco de México. Este sistema es utilizado
por los principales intermediarios financieros, los cuales mantienen cuentas
corrientes en el Banco de México. En dichas cuentas se registran los depósitos
y retiros asociados con las operaciones de alto valor.
El Banco de
México regula los sistemas de pago para las transacciones con cheque, tarjeta
de débito, tarjeta de crédito y las transferencias electrónicas a fin de que
sean seguros y expeditos. El Banco ha creado el SPEI para que en el portal de
su banco, hogares y empresas puedan realizar transferencias electrónicas
seguras y rápidas, a bajo costo. Asimismo, el Banco de México calcula y publica
el CAT (Costo Anual Total) para que los usuarios de los servicios financieros
puedan comparar el costo de los diversos productos y servicios que les ofrecen
los bancos y otros intermediarios financieros. Recientemente, ha establecido
restricciones sobre las comisiones que los bancos pueden cobrar a sus clientes
a fin de promover la sana competencia entre las instituciones de crédito del
país y para proteger los intereses de los usuarios de servicios financieros.
Actualmente el
presidente Enrique Peña Nieto, propone una reforma financiera que otorgue un
poder a la Comisión Nacional Bancaria de Valores, para que ésta se encargue de
registrar un límite, en cuanto a las aportaciones de bonos gubernamentales, con
el fin de que el capital que se esté obteniendo de dichas operaciones tengan
como destino el aumento de crédito, dando a conocer cuál es la competencia
existente, lo cual sirve de motivación a los bancos pequeños, para que sepan
que aun existe la posibilidad de crecimiento.
Así mismo se está
encargando de crear diversas cuestiones, entre las que se encuentran primordialmente:
• Limitar las
operaciones con bonos gubernamentales. • Crear un sistema de quiebras. Un
Sistema de Liquidación en caso de quiebra, que castigará hasta con 50 años de
cárcel, Castigará conductas como la alteración de la contabilidad para esconder
que una institución enfrenta riesgo de extinción; si por algún motivo llegará a
interferir en cuanto a las decisiones tomadas, generando algún daño a la
economía nacional. (los ahorradores tendrán preferencia sobre otros
acreedores). • Se establecerán límites en cuanto a la inversión extranjera en
intermediarios bancarios, creando una Ley que tendrá como fin regular las
agrupaciones financieras. • La Creación del sistema arbitral en materia
financiera. • Registro Universal de créditos. Estos dos últimos ayudando al
fortalecimiento de la banca de desarrollo, así como a la Comisión Nacional para
la defensa de los usuarios de las Instituciones Financieras.
Además propone:
• Fortalecer la
banca de desarrollo, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, y la Comisión
Nacional para la Defensa de los Usuarios de las Instituciones Financieras. •
Mejorar la ejecución de garantías. • Sancionar prácticas anti-competitivas. •
Impulsar la movilidad de los créditos con el pago a la entidad de origen. •
Fomentar la inversión de capital de la banca de desarrollo hasta por tres años
en empresas. • La SHCP deberá aprobar los límites de endeudamiento de la banca
de desarrollo. Las Sociedades Nacionales de Crédito deberán solicitar
autorización de la Secretaría de Hacienda para los límites de endeudamiento
neto externo e interno; financiamiento neto y los límites de intermediación
financiera. Para efecto de lo anterior, Hacienda deberá dar a conocer los
conceptos que integran la intermediación financiera en el Informe sobre la
Situación Económica, las Finanzas Públicas y la Deuda Pública, que corresponda
Con el fin de que la banca comercial y de desarrollo tenga mejores servicios.
Esta reforma está
compuesta por un paquete el cual contiene 14 decretos abarcando cambios a 38 leyes,
originando un nuevo sistema judicial que nos impulsa a recuperar de una manera
más rápida las inversiones en los bancos esto solo en caso de juicio. La ley de
instituciones de crédito tiene como fin establecer que las operaciones
realizadas en las instituciones actúen de manera independiente y realizándose
bajo los términos que se encuentran previstos por esta misma y por la ley del
mercado de valores, sujetándose a ser vigilados e inspeccionados por la CNBV.
Entre otras cosas
propone, que en cuanto la comisión federal de competencia llegue a detectar una
práctica que incapacite el proceso de competencia y libre concurrencia, en
materia sobre las tasas de interés, se otorgue la sanción correspondiente en
conformidad en la ley que nos rige, notificando a la secretaría de hacienda y
crédito público y al banco de México.
También la
obligación a cargo de las sofomes (sociedades anónimas cuyo objeto social
principal es el otorgamiento de crédito) de mantener actualizada su información
ante la Condusef, notificando cada vez que ocurra algún acto que modifique su
situación jurídica o corporativa y, ante un incumplimiento de esta obligación,
la Comisión podrá cancelar el registro de la entidad.
En cuanto a la
Ley de Quiebras se plantea establecer un procedimiento, a través del cual las
instituciones bancarias recuperen sus recursos en caso de un problema de
insolvencia. Así mismo, contempla una estrategia para una debida rendición de
cuentas. Un punto relevante en esta iniciativa es el que se refiere a agregar
el concepto de extinción de capital como causal de revocación de la
autorización brindada a una institución bancaria. Esto provocará un proceso de
liquidación judicial bancario. Por otro lado, también propone cambiar el orden
de preferencia en cuanto al pago en una liquidación administrativa, donde se
dará prioridad a los ahorradores sobre cualquier figura acreedora de la
institución. Cabe mencionar, que promueve el castigo a comportamientos
ilícitos, como la alteración en el área contable de una institución bancaria,
donde intenten esconder que ésta se encuentra en el concepto de extinción de
capital; también se castigará cuando se encuentren en un proceso de liquidación
y pidan el reconocimiento de un crédito que no existe.
Directores
Generales (1925-1994) y Gobernadores (1994-a la fecha) [editar]
Alberto Mascareñas Navarro (1925-1932)
Agustín Rodríguez (1932-1935)
Gonzalo Robles Fernández (abr.-dic. 1935)
Luis Montes de Oca (1935-1940)
Eduardo Villaseñor Ángeles (1940-1946)
Carlos Novoa Rouvignac (1946-1952)
Rodrigo Gómez Gómez (1952-1970)
Director
General/Gobernador
Director General/Gobernador
|
Periodo | Presidente |
Ernesto Fernández Hurtado | 1 de diciembre de 1970 - 30 de noviembre de 1976 | Luis Echeverría Álvarez |
Gustavo Romero Kolbeck | 1 de diciembre de 1976 - septiembre de 1982 | José López Portillo |
Carlos Tello Macías | septiembre de 1982 - 30 de noviembre de 1982 | José López Portillo |
Miguel Mancera Aguayo | 1 de diciembre de 1982 - 1 de enero de 1998 | Miguel de la Madrid Hurtado |
Carlos Salinas de Gortari | ||
Ernesto Zedillo Ponce de León | ||
Guillermo Ortiz Martínez | 1 de enero de 1998 - 1 de enero de 2010 | Ernesto Zedillo Ponce de León |
Vicente Fox Quesada | ||
Felipe Calderón Hinojosa | ||
Agustín Carstens Carstens | 1 de enero de 2010 - | Felipe Calderón Hinojosa |
Enrique Peña Nieto |
Referencias
Bibliográficas
Chagín, Antonio. Economía Mexicana para Todos.
Cómo interpretar cifras, términos y cambios. México, Editorial Lectorum.
Primera Edición, 2009.
Cue, Agustín y Quintana Luis. Introducción a
la Macroeconomía: Un Enfoque Integral para México. Capítulos 6, 8 y 9. México,
Editorial Patria, Primera Edición, 2008.
Heath, Jonathan. Para Entender el Banco de
México. México, Editorial Nostra, Primera Edición, 2007.
Instituto Tecnológico Autónomo de México
(ed.). La política monetaria en México. México, Gaceta de Economía, Año 3, No.
5, Otoño 1997, suplemento especial.
Instituto Tecnológico Autónomo de México
(ed.). La Inflación en México. México, Gaceta de Economía, Tomos I y II, 2002,
suplemento especial.
Mishkin, Frederic. Moneda, Banca y Mercados
Financieros. Pearson
Addison-Wesley. Octava Edición, 2007.
Ruy, Andrea y Flores, Gabino, Economía: ¿Qué es el Dinero? México,
CONACULTA,
Artes de México,
Primera Edición, 2007.
Sánchez, Manuel. Economía Mexicana para
Desencantados. Fondo de Cultura Económica. Primera
Edición, 2006.
Villagómez, Alejandro. Para Entender la
Economía de los Estados Unidos Mexicanos. México, Editorial Nostra, Primera
Edición, 2007.
Zedillo Ponce de León, Palabras con motivo del
LXXV Aniversario del Banco de México. México, 23 de agosto del año 2000.
Referencia:
http://es.wikipedia.org/wiki/Banco_de_M%C3%A9xico
Muy bien, solo te sugiero mejorar el formato en cuanto a usar el mismo tipo de letra, alinear tablas y aumentar un poco las imagenes. Es demasiado contenido. Calif. 9
ResponderEliminar